Monográfico

Bearded collie: morfología, selección y cría

Ana Rodríguez y Óscar Largo, criadores y propietarios del afijo Maeluma Bearded Collie

11/06/2025

El bearded collie (collie barbudo) es una raza de perro de tamaño mediano originaria de Escocia, perteneciente al grupo 1 de la FCI, perros de pastor. Su nombre hace referencia a la característica barba que lo distingue. Criado para trabajar en condiciones adversas, ayudaba a pastorear ovejas y otro tipo de ganado en las Tierras Altas escocesas, lo que lo convierte en un perro ágil, resistente y lleno de energía, ideal para desplazarse por terrenos difíciles y manejar animales.

Ana Rodríguez y Óscar Largo, criadores y propietarios del afijo Maeluma Bearded Collie
Ana Rodríguez y Óscar Largo, criadores y propietarios del afijo Maeluma Bearded Collie.

Historia del bearded collie

Como ocurre con otras razas caninas, el origen del bearded collie está rodeado de especulación. Lo que sí parece claro es que se trata de una raza antigua, cuya aparición se cree fruto de cruces entre perros pastores europeos traídos a Escocia en el siglo XVI, probablemente emparentados con ejemplares de la raza polish lowland sheepdog (pastor polaco de la llanura) y perros de pastor locales.

El bearded collie actual parece ser el resultado de la mezcla de dos tipos de perros: unos más pequeños y ligeros, generalmente de color marrón y originarios de las Highlands, que trabajaban en solitario, sin recibir órdenes humanas, reuniendo ovejas perdidas en las colinas o en los pastos de montaña; y otros, negros y de mayor tamaño, conocidos como Lowland, que se utilizaban principalmente como perros conductores para trasladar el ganado desde los pastos hasta el mercado. La combinación de ambas líneas dio origen al bearded collie tal como lo conocemos hoy.

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A comienzos del siglo XX, la raza estuvo al borde de la desaparición. En 1912, Russel Greig intentó promover su recuperación y fundó el Bearded Collie Club de Edimburgo, responsable del primer estándar oficial de la raza. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial provocó la disolución del club.

En la década de 1930, mrs. Cameron Miller crió y exhibió ejemplares de bearded collie, pero tras su fallecimiento se produjo un paréntesis hasta que comenzaron los registros formales de la raza. Fue mrs. G. O. Willison, cuyo afijo Bothkennar está en la base de los pedigrís de todos los bearded collie actuales, quien marcó un hito en su recuperación. En 1948 adquirió a la hembra Jeannie of Bothkennar y, en 1949, al macho Bailie of Bothkennar, dando así inicio al estándar moderno de la raza.

Morfología

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El carácter del bearded collie es una de sus principales virtudes. Es un perro leal, alegre y juguetón, sin mostrar signos de agresividad. Su expresión inquisitiva es un rasgo distintivo que lo caracteriza.

En cuanto a su aspecto físico, se trata de un perro mesomórfico de tamaño mediano. Las hembras suelen medir entre 51 y 53 cm, mientras que los machos alcanzan entre 53 y 56 cm. Su peso es variable, aunque generalmente no supera los 30 kg. Su cuerpo debe ser más largo que alto, con una proporción aproximada de 5:4, sin dar la impresión de ser pesado. Posee un pecho profundo y un cuello de longitud moderada, musculoso y bien formado.

El manto es largo y denso, siguiendo la línea natural del cuerpo. Presenta una doble capa: un subpelo suave y lanoso, y un pelo de cobertura liso (aunque se admite una leve ondulación), duro, fuerte e hirsuto, que le proporciona protección contra las inclemencias del tiempo.

Respecto al color, el estándar señala: “Gris pizarra, bayo rojizo, negro, azul, todos los tonos del gris, marrón y arena, con o sin marcas blancas. Nunca merlé o arlequín”. Sin embargo, los cachorros que pueden inscribirse en el registro suelen ser negros, marrones, azules o arena, colores que dependen del nacimiento. A lo largo de su vida, el bearded collie puede cambiar el tono de su manto. Por ejemplo, un perro adulto azul puede presentar un tono más oscuro que uno negro.

Los nacidos negros pueden variar desde un negro con algunas canas hasta un gris claro. Los azules pueden oscilar entre un gris muy oscuro, casi negro, y un gris plata muy claro. Los marrones van desde tonos caoba oscuros hasta rubios claros, mientras que los arena o fawn pueden presentar tonalidades de marrón medio o arena clara. El color de nacimiento también influye en la pigmentación de los ojos y las zonas como los labios y alrededor de los ojos, que serán negros, azules, marrones o arena según corresponda.

Casi todos tienen marcas blancas, aunque se prefieren los bearded collie sin ellas o con marcas blancas en las zonas especificadas en el estándar. Las marcas blancas en lugares no mencionados o demasiado extendidas son menos deseables.

El movimiento, una de las características más admiradas de esta raza, debe ser flexible, suave y de largo alcance, permitiéndole cubrir terreno con el mínimo esfuerzo.

Salud y cuidados

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El bearded collie es considerado una raza saludable, ya que presenta pocos problemas hereditarios y escasa tendencia a enfermedades. Su esperanza de vida suele estar entre los 12 y 14 años sin complicaciones, aunque no es raro encontrar ejemplares que alcanzan los 16 o 17 años.

Los criadores responsables realizamos siempre, como mínimo, pruebas de displasia y evaluaciones de salud ocular, ya que la atrofia progresiva de retina puede afectar a todos los collies.

Más allá de la genética, la calidad de la alimentación es fundamental para mantener una buena condición física, lo que también se refleja en el estado del manto. Para tener un perro sano y hermoso, es imprescindible proporcionarle una dieta de calidad. No es infrecuente que algunos ejemplares presenten alergias a ciertos componentes de los piensos, por lo que conviene estar atentos a posibles signos de intolerancia y ajustar la alimentación si es necesario. Los suplementos como los ácidos grasos insaturados contribuyen a la salud de la piel y mejoran notablemente el aspecto del pelo.

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El manto, para mantenerse en buen estado, requiere cuidados especiales. Aunque no tan exigentes como en otras razas de pelo más fino, sí deben ser regulares. En Maeluma procuramos realizar un baño con desenredado completo cada tres semanas. No cepillamos entre baños, salvo que sea necesario, por ejemplo, tras alguna salida al campo en la que regresan con arrancamoños (plantas que se enredan en el pelo). Los baños más frecuentes pueden alterar la textura del pelo, volviéndolo más suave y propenso a los nudos, aunque permiten reducir el tiempo necesario para el acicalado en el día del baño. Por el contrario, espaciar demasiado los baños puede provocar sequedad y rotura del pelo. En todo caso, la frecuencia del baño debe adaptarse al estilo de vida del perro: un perro que sale a diario al campo requerirá más cuidados que uno que lleva una vida más urbana.

La actividad física es también clave para su bienestar mental. Son perros activos y disfrutan interactuando. Vivir solos en una finca grande no es suficiente para su equilibrio emocional; necesitan paseos diarios con sus propietarios y, ocasionalmente, excursiones más largas en entornos estimulantes y poco rutinarios. Les encantan las salidas al campo, aunque solemos vigilar que no se alejen demasiado del camino para evitar que se estropeen el pelo. Otra actividad que disfrutan mucho es bañarse y nadar, especialmente en ríos o embalses de agua dulce. Aunque también se bañan en el mar, es importante enjuagarlos después, ya que la sal del agua marina puede dañar el pelo y causar irritaciones en la piel.

Selección y cría

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El bearded collie no es una raza que se críe de forma masiva. De hecho, en su país de origen está catalogado como raza vulnerable, lo que significa que no se registran más de 300 nacimientos al año. En España, su presencia es prácticamente testimonial.

Una de las razones más habituales que se nos mencionan para no optar por un bearded collie es el cuidado del pelo. Sin embargo, debemos señalar que su mantenimiento no es tan laborioso como suele pensarse. Además, un bearded conserva toda su esencia incluso con un corte de pelo. Un peluquero profesional puede realizar un arreglo cómodo y estético cada cierto tiempo, permitiendo disfrutar plenamente del carácter y las cualidades del bearded sin preocuparse tanto por el mantenimiento del manto.

A la hora de criar bearded collies, es fundamental tener presentes las tres bases esenciales de la cría en cualquier raza: salud, carácter y belleza. Estas cualidades tienen un componente genético, pero el ambiente también juega un papel clave. Procurar que los progenitores sean sanos, equilibrados y hermosos proporciona una buena base, pero el cuidado, la socialización y el entorno en el que se crían los cachorros son igualmente determinantes para obtener perros adultos equilibrados.

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El bearded collie es un perro sensible y dependiente, que necesita interactuar con su familia y vivir experiencias enriquecedoras desde una edad temprana. Las salidas a distintos entornos, el contacto con otros animales y la exposición a personas y estímulos variados son fundamentales para evitar que, en la adultez, se conviertan en perros temerosos o difíciles de manejar.

Las hembras suelen ser buenas madres y, en general, no se presentan altas tasas de mortalidad en las camadas. La media habitual es de 6 a 7 cachorros, aunque hay casos, como camadas de hasta 11, que las madres son capaces de criar sin mayores dificultades. Es muy importante que los criadores interactúen con los cachorros desde el nacimiento y les ofrezcan estímulos tempranos, incluyendo ruidos, contacto con otros perros o animales del entorno, una vez que comienzan a moverse de manera autónoma.

Nuestra historia con esta maravillosa raza comenzó en 1995 con la llegada de nuestra primera bearded collie, Uma. En estos casi 30 años hemos convivido con perros de otras razas y conocido muchas más gracias a las exposiciones de belleza y morfología. A día de hoy, seguimos convencidos de que el bearded collie es la mejor raza del mundo: tiene el tamaño ideal, un carácter fantástico y una belleza inigualable.

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