Hace cuatro años, me encontraba en IKEA con un cachorro de golden retriever en brazos. Era la viva imagen del famoso perrito de Scottex. Sin embargo, al intentar ingresar a la tienda, un vigilante de seguridad nos informó amablemente que no se permitía la entrada con animales. Aquel adorable cachorro no era bienvenido.
En 2023, la cadena sueca inauguró su primera flagship urbana en plena Avenida Diagonal de Barcelona. En la entrada destacaba un adhesivo con la silueta de un perro y el mensaje: “Todos los miembros de la familia son bienvenidos”. En su página web, la compañía publicaba una normativa específica para clientes que acudieran con sus mascotas. Un giro radical en su política de empresa y en la atención al público.
Según la ANFAAC, en España hay más de 30 millones de animales de compañía: más de 9 millones de perros y alrededor de 6 millones de gatos registrados. Pronto habrá más mascotas que vehículos. Para comparar: en el país viven 6,6 millones de menores de 14 años. La dimensión del fenómeno es evidente.
El Barómetro sobre hábitos del consumidor pet parent, presentado por la AEDPAC y la consultora HAMILTON en Iberzoo Propet (Ifema Madrid 2025), reveló datos significativos: el 49% de la población española convive con al menos un animal. El 80% lo considera un miembro más de la familia, y el 70% se informa previamente sobre si puede viajar, comprar o disfrutar del ocio acompañado de su mascota.
Empresas como RENFE, IKEA, MELIÀ, FNAC, AENA, TRANSAVIA o AMAZON han desarrollado códigos de conducta, precios especiales y políticas de acceso adaptadas a esta realidad. El enfoque pet friendly no solo responde a una demanda social, sino que se ha convertido en un auténtico motor de experiencia de cliente.
“Cada vez más marcas ofrecen amenities para animales como parte del pack de bienvenida”, afirman desde Petguest, una start-up especializada en productos para mascotas que, en pocos meses, ya exporta a más de ocho países.
¿El resultado? Las publicaciones con animales en redes sociales generan hasta 2,5 veces más interacción que aquellas que no los incluyen. Además, según distintos estudios, el 72% de los consumidores percibe las marcas como más atractivas cuando incorporan mascotas en sus campañas, gracias al componente emocional que transmiten. En plataformas como Instagram o TikTok, los comentarios pueden llegar a triplicarse.
Pero esta tendencia no se limita a una cuestión de imagen. Numerosas investigaciones científicas han demostrado que la convivencia con animales reduce el estrés, mejora las relaciones interpersonales y favorece un estado de ánimo más positivo. Por eso, permitir su presencia en espacios públicos ya no es una rareza: es una necesidad... y una oportunidad.
Como advirtió Laureano Turienzo, presidente de la Asociación Española del Retail, “venda lo que venda, o alquile lo que alquile, si es retailer y en su plan estratégico no aparece cómo va a dirigirse a los dueños de mascotas, puede tirar ese plan a la papelera”.
Sin embargo, esta transformación también conlleva una gran responsabilidad. Es esencial que tanto operadores públicos como privados desarrollen políticas de accesibilidad adaptadas a la presencia de animales de compañía. En este proceso, el papel de los veterinarios —municipales, clínicos o etólogos— resulta clave, al igual que la corresponsabilidad de los pet parents en una tenencia responsable, especialmente en entornos urbanos, espacios públicos y zonas comunes.
Apostar por una política pet friendly en un establecimiento no es solo una tendencia: es conectar con el corazón de millones de consumidores. No solo responde a una demanda social creciente, sino que se ha convertido en un auténtico motor de experiencia de cliente.
Sectores como el retail, el transporte, la hostelería o la restauración deberán adaptarse para garantizar el bienestar tanto de las personas como de sus animales de compañía… y, al mismo tiempo, atraer y fidelizar a nuevos clientes. Las políticas pet friendly también aportan valor en sostenibilidad y responsabilidad social corporativa, alineándose con los criterios ESG en empresas, organizaciones y entidades públicas y privadas.
En este contexto, es esencial que las compañías desarrollen sus políticas de accesibilidad animal bajo el asesoramiento de la máxima autoridad en la materia: el profesional veterinario.
Como dijo Steve Wozniak, cofundador de Apple, durante su última visita al Mobile World Congress de Barcelona, cuando le preguntaron si Siri podía hacerle compañía: “Sinceramente, prefiero a las personas. Tu perro o tu gato son mejores que cualquier tecnología. Cuando mi vida termine, recordaré a mi familia, a unos pocos amigos y a mi mascota… pero no a Siri ni a Alexa”.
Quizás no lo sabía, pero con esas palabras resumió lo que muchas personas ya sienten: que, en un mundo cada vez más conectado digitalmente, nada sustituye el vínculo real y la caricia de quienes nos acompañan con lealtad incondicional.
Una sección de artículos de opinión sobre los nuevos hábitos, el impacto social y el cambio cultural que genera la nueva cultura pet friendly en nuestra sociedad
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