El mercado de productos para mascotas ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, alcanzando un volumen de negocio superior a los 2.000 millones de euros solo en España, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC). Dentro de este sector, la categoría de accesorios y moda para mascotas se posiciona como una de las más dinámicas, impulsada en gran medida por la irrupción de productos licenciados. Marcas asociadas a personajes icónicos o temáticas deportivas han reportado incrementos de ventas de hasta un 35% en sus líneas para mascotas, lo que demuestra que la conexión emocional de los consumidores con sus referentes culturales también se proyecta en el universo pet.
La humanización de las mascotas ha transformado profundamente el comportamiento de compra de los consumidores. Hoy en día, no se busca únicamente la funcionalidad: los dueños quieren que sus perros y gatos formen parte de su universo estético y cultural. En este contexto, productos como camas, correas, juguetes o comederos con licencias de personajes icónicos —como Mickey Mouse, Stitch, Batman o los entrañables Looney Tunes— se han convertido en auténticos bestsellers. A esta tendencia se suma el auge del pet fashion, con colecciones de ropa y accesorios coordinados para humanos y mascotas, donde la creatividad y la nostalgia se fusionan para dar lugar a propuestas únicas y cargadas de valor emocional.
¿Y por qué funcionan tan bien las licencias? Porque apelan directamente a la emoción. Nos conectan con la infancia, con los héroes que admirábamos, con las películas que nos marcaron o con los colores del equipo al que hemos seguido durante años. Ese vínculo emocional ahora se extiende también a nuestros compañeros peludos, que se convierten en pequeños embajadores de aquello que amamos. Elegir un arnés de Gryffindor o un comedero de Star Wars ya no es solo una decisión estética: es una declaración de identidad, una forma de compartir con nuestras mascotas lo que nos define como personas.
Empresas como Cerdá Group España han sabido anticiparse a esta tendencia y posicionarse como referentes en el mercado nacional e internacional. Lo han logrado a través del desarrollo de colecciones con licencia que combinan calidad, diseño y un profundo cuidado por los detalles. Su catálogo abarca desde personajes icónicos hasta licencias deportivas, creando una conexión directa con los consumidores y sus mascotas. De esta forma, no solo ofrecen productos, sino una experiencia de compra que refuerza el vínculo emocional entre humanos y animales.
Si hay una licencia capaz de conectar de forma transversal con generaciones, culturas y públicos, esa es, sin duda, la del fútbol. En este contexto, la incorporación de clubes emblemáticos como el Real Madrid a las colecciones para mascotas ha sido un verdadero acierto. Las familias futboleras encuentran así una nueva forma de compartir su pasión: visten a sus mascotas con los colores de su equipo, el escudo que los representa, o utilizan comederos y juguetes tematizados. El orgullo de pertenencia no solo se vive en cada partido, sino también en cada paseo con la mascota, fortaleciendo un lazo emocional que va más allá del deporte.
En un mercado tan competitivo como el de los productos para mascotas, apostar por colecciones con licencias se ha convertido en una estrategia clave para destacar y generar valor añadido. Las licencias no solo aportan reconocimiento inmediato, sino también un componente emocional único que conecta directamente con los consumidores. Esta conexión se traduce en experiencias de compra memorables y en una fidelización a largo plazo, elementos esenciales para construir marcas sólidas y relevantes en el universo pet.
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