La duración de cada una de estas fases varía en función de la raza, el tipo de pelaje y el entorno en el que vive el perro.
Algunos perros destacan por perder grandes cantidades de pelo, sobre todo en las estaciones de cambio. Esto ocurre en razas de doble capa, cuyo denso manto les protege del frío y regula su temperatura corporal. Entre los más conocidos se encuentran el pastor alemán, labrador retriever, husky siberiano, golden retriever y samoyedo. En ellos, la capa externa actúa como escudo frente al clima, mientras que la interna, más fina, funciona como aislante. Precisamente esa doble protección obliga a que la muda sea más marcada y evidente.
Por otro lado, existen perros que apenas sueltan pelo. A menudo se los denomina de manera popular “hipoalergénicos” —aunque no lo son por completo—, ya que presentan pelo de crecimiento continuo en lugar de un manto que se renueva periódicamente. Ejemplos claros son el caniche, bichón frisé, schnauzer, perro de agua, yorkshire terrier y maltés. Estos compañeros requieren menos limpieza en casa, pero más visitas a la peluquería canina: lo ideal es mantener recortes y cuidados profesionales cada 4 o 6 semanas para evitar nudos, acumulación de suciedad o irritaciones en la piel.
Pelaje corto
Aunque parezca que los perros de pelo corto, como bóxer o dálmata, no pierden tanto pelo, también experimentan muda. Requieren un cepillado frecuente para eliminar eficazmente el pelo viejo, mantener la piel saludable y distribuir los aceites naturales.
Pelaje largo
Algunas razas de pelo largo (como el lhasa apso o el shi tzu) no pierden tanto como podríamos imaginar, pero su mantenimiento exige atención. Con un cepillado semanal, podrás identificar calvas, parásitos o sequedad y cuidar que la piel esté en condiciones óptimas.
¿Por qué los perros mudan el pelo en otoño?
La muda es un proceso fisiológico mediante el cual los perros sustituyen el pelaje viejo por uno nuevo. Suele ser más evidente en primavera y otoño, cuando la luz solar y los cambios de temperatura actúan como señales biológicas. En esta época, el cuerpo del animal se prepara para el invierno, renovando su manto. Lejos de ser una alerta de enfermedad, esta caída responde a una necesidad natural de adaptación, favoreciendo el crecimiento de pelo nuevo.
¿Cuánto tiempo se prolonga la muda otoñal?
La duración es variable y depende tanto de la raza como del tipo de pelo, así como de los hábitos ambientales en los que conviva habitualmente la mascota. Perros con doble capa, como los pomerania, pastores alemanes o los huskys, suelen atravesar mudas más intensas y prolongadas. En general, este proceso puede extenderse varias semanas y suele repetirse con más intensidad dos veces al año: en primavera y en otoño.
¿Debo preocuparme si mi perro pierde mucho pelo en otoño?
En la mayoría de los casos, no. La caída de pelo en esta estación es completamente normal. No obstante, si notas que la pérdida es excesiva y viene acompañada de picores, enrojecimiento o calvas, conviene acudir al veterinario para descartar problemas dermatológicos o alergias. Como recomendación, es importante incluir durante el año una rutina higiénica adecuada de baño con nutrientes que ayuden a prevenir una excesiva caída.
¿Cómo puedo ayudar a mi perro durante la muda?
El cepillado regular es la herramienta más eficaz para controlar la caída y mantener el pelaje en buen estado. Se recomienda acompañar esta rutina con un acondicionador específico para aportar una hidratación regular al manto. Además, un baño con champú específico para perros según su pelaje y/o necesidad, junto con una dieta equilibrada —reforzada con ácidos grasos como el omega-3— contribuyen a que la piel y el manto se mantengan sanos. También puedes encontrar sérum de argán, rico en acidos grasos esenciales, para aplicar sobre el manto con propiedades que ayudarán, durante el cambio estacional, a moderar su caída.
Two Phase Conditioner – Precio 250 ml: 11 €.
Acondicionador bifásico sin aclarado. Elimina enredos e hidrata el manto. Gracias a su efecto desenredante, consigue que el cepillo se deslice más rápido, lo que reduce esfuerzo y tiempo. Refuerza la fibra capilar y reestructura interna y externamente el manto, haciendo que recobre toda su vitalidad.
Modo de empleo: Agitar antes de usar. Pulverizar a una distancia aproximada de unos 20 cm sobre el manto seco o húmedo, no excesivamente mojado, de forma generosa antes de realizar el cepillado.

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