Tecnología biológica para sistemas productivos sostenibles

Más de 80 entidades biotecnológicas desarrollan soluciones para impulsar la transición verde

Redacción Interempresas17/07/2025

Un total de 587 soluciones innovadoras impulsadas por 66 empresas y 20 entidades públicas y privadas componen el nuevo informe 'Biotecnología aplicada en la transición verde: Soluciones para una economía sostenible', publicado por la Asociación Española de Bioempresas (AseBio). Estas iniciativas abordan nuevas formas de producción y consumo enmarcadas en la transición ecológica y reflejan el compromiso del sector biotecnológico con el modelo económico sostenible propuesto por la Estrategia España 2050.

Portada del informe
Portada del informe.

La Comisión de Sostenibilidad de AseBio ha estructurado estas soluciones en 27 áreas temáticas, agrupadas en cuatro grandes bloques. La innovación alimentaria concentra el 34% de las actuaciones, seguida por los bioprocesos (32%), la agricultura sostenible (18%) y los bioproductos (16%). Un tercio de las soluciones se orientan a salud y alimentación animal, seguridad alimentaria, fermentación o biocatálisis, alimentación funcional y detección de sustancias.

Entre las entidades participantes, AINIA lidera en diversidad de actividades, con presencia en 25 de las 27 áreas temáticas, seguida por Leitat (23) y Tecnalia y el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex), ambos con iniciativas en 20 ámbitos.

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Madrid y Cataluña concentran la actividad biotecnológica

La distribución geográfica de las entidades participantes evidencia una concentración significativa de iniciativas en Madrid y Cataluña, regiones que albergan el 50% del total. Este dato confirma la posición predominante de ambas comunidades como centros de innovación biotecnológica orientada a la sostenibilidad en España.

En cuanto al perfil de los agentes impulsores, el informe revela que las pymes aportan el 55% de las soluciones recogidas. A pesar de su tamaño, estas pequeñas y medianas empresas muestran una elevada especialización: de media, trabajan en cinco o seis de las 27 áreas contempladas.

Por su parte, los centros tecnológicos destacan por su enfoque transversal, desarrollando soluciones en una media de 19,5 áreas, lo que les otorga un papel esencial en la adaptación de la tecnología biológica a distintos sectores productivos. Los centros de investigación completan el ecosistema con una participación media en 11 áreas, siendo fundamentales para la generación de conocimiento y su transferencia al tejido industrial.

Regulación, financiación y capacidades limitadas frenan el avance del sector

AseBio identifica en su análisis varios obstáculos que dificultan el despliegue de soluciones biotecnológicas orientadas a la sostenibilidad. En el ámbito normativo, la ausencia de una regulación clara sobre nuevos alimentos y productos biotecnológicos, junto con una legislación europea centrada en la peligrosidad más que en el riesgo, limita la implementación de tecnologías necesarias para una agricultura competitiva y respetuosa con el medio ambiente.

Además, la falta de coherencia administrativa, el desconocimiento sobre los requisitos para el registro sanitario y las restricciones legales al uso de subproductos agravan la situación. Estas barreras complican el aprovechamiento de residuos y coartan el desarrollo de modelos circulares.

Las dificultades de financiación afectan de forma particular a las pymes, que tienen un acceso limitado a fondos y encuentran obstáculos para invertir en fases avanzadas de desarrollo tecnológico. El informe también señala carencias en infraestructuras de I+D, como la escasa disponibilidad de plantas piloto y las limitaciones al uso prolongado del equipamiento subvencionado, que ralentizan la transferencia de tecnología al mercado.

El capital humano y la percepción social también condicionan el despliegue

Otro de los factores que limitan la implantación de soluciones innovadoras en el entorno rural es la falta de personal cualificado. La oferta formativa sigue siendo insuficiente en determinadas regiones, lo que dificulta la atracción de talento. Esta carencia se acentúa en zonas rurales, donde resulta más complejo incorporar perfiles con competencias en biotecnología aplicada a la sostenibilidad.

A ello se suma la escasa comprensión social de los beneficios que puede aportar esta tecnología. La percepción negativa de la innovación incide directamente en las decisiones normativas y políticas, dificultando la integración de soluciones basadas en la biotecnología en el modelo económico verde.

Para revertir esta situación, AseBio propone fomentar la colaboración entre el sector tecnológico y el agrario, adaptar los mecanismos financieros a las particularidades del entorno rural y reducir la burocracia en el acceso a ayudas.

Propuestas para una transición basada en soluciones tecnológicas

Entre las medidas propuestas por AseBio se incluye el impulso de tecnologías regenerativas y digitales en el ámbito agrícola, así como la mejora de infraestructuras industriales mediante la creación de bioplantas y biorrefinerías. Estas instalaciones facilitarían la transformación de residuos en productos de valor añadido, reforzando la implantación de un modelo de economía circular.

La asociación también considera prioritario facilitar el acceso a herramientas de digitalización y acumulación de datos en el ecosistema agroalimentario, para aprovechar sinergias entre distintos enfoques científicos y tecnológicos.

Por último, el documento subraya la necesidad de facilitar la implantación de soluciones adaptadas a los desafíos ambientales, promoviendo un sistema productivo más eficiente, competitivo y compatible con los límites ecológicos del planeta.

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